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Home > Viviendo en confianza > Salud > Neumonía: causas, síntomas y consecuencias

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Neumonía: causas, síntomas y consecuencias

Cuando llega el cambio de clima, seguro has notado que en estas fechas muchos de nuestros familiares y conocidos empiezan a resfriarse, algunos de estos resfríos pueden complicarse produciendo una neumonía, por la cual cientos de niños mueren.

La neumonía es una infección que conlleva a la inflamación de los pulmones. A veces conocida como pulmonía, es una de las enfermedades que más niños mata en el mundo. A veces se cree que solo los niños sufren esta enfermedad, pero en realidad puede afectarnos a todos.

Por ese motivo, en este artículo queremos compartir contigo como prevenir, reconocer y evitar que esta enfermedad te afecte a ti y a tus seres queridos.

Los tipos de neumonía se clasifican por la manera en la que se contraen.

  • Neumonía extrahospitalaria: Es cuando se adquiere fuera de los hospitales o centros médicos. Es la más común de todas.
  • Neumonía hospitalaria: Es cuando la persona adquiere esta infección durante su estadía en el hospital, este tipo suelo ser más peligrosa que la primera debido a que la persona está delicada y los gérmenes suelen ser más resistentes en estos ambientes.

Neumonía por aspiración: Ocurre cuando se ingieren alimentos, bebidas o saliva de la boca a los pulmones. Esto ocurre cuando hay una lesión y se presentan problemas para ingerir alimentos.

    La neumonía se produce cuando un germen, como las bacterias, virus u hongos entran a nuestro organismo y llegan a nuestros pulmones, produciendo una inflamación que puede ser local o puede distribuirse en todo el pulmón, y se da un daño a nivel de las células, las cuales segregan más mucosidad, conocida como “moco”, bloqueando la salida de aire del árbol traqueo bronquial y empieza a llenarse de líquido. A esto se le conoce como neumonía.

    Agentes infecciosos que producen Neumonía

    Existen diversos agentes infecciosos como virus, bacterias u hongos que producen la neumonía, y su vía de ingreso en su mayoría es por vía aérea, entre los más comunes que causan neumonía son:

    • Streptococcus pneumoniae: esta es la bacteria más común de neumonía en niños.
    • Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana.
    • El virus sincitial respiratorio es la causa más frecuente de neumonía viral en niños.
    • Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en niños menores de seis meses con VIH/SIDA.

    Algunos síntomas de esta infección son:

    • Fiebre alta
    • Tos seca
    • Expectoración
    • Dolor a la altura del pecho
    • Escalofríos
    • Frecuencia cardiaca alta

    Cuando esta enfermedad se complica, puede llevar a la muerte por lo que es recomendable tener un rápido diagnóstico para tratarla cuanto antes.

    En ciertos casos puede haber estas consecuencias:

    • Derrame pleural, es decir líquido alrededor del pulmón.
    • Empiema, cuando líquido infectado está alrededor del pulmón.
    • Abscesos pulmonares.

    Algunas personas están expuestas a desarrollar esta enfermedad más que otras:

    1. Niños: al ser más pequeños tienen su sistema inmune todavía en vías de desarrollo, por eso tienen dificultades para defenderse de esta enfermedad. Existen vacunas respiratorias que los ayudan e incluso también se aplican a los adultos.
    2. Diabéticos: al bajar las defensas, una persona diabética es más propensa a enfermarse de neumonía, en muchos casos se complica bastante la enfermedad.
    3. Ancianos: a partir de los 65 años, las defensas del sistema inmunológico comienzan a bajar progresivamente y esta enfermedad se vuelve más frecuente en el paciente mayor.
    4. Pacientes con fibrosis: un pulmón con cicatrices no funciona igual que uno sano, por lo cual una persona con fibrosis se defiende menos de esta enfermedad porque su pulmón no funciona al 100% lo que hace que respire menos.
    5. EPOC: una persona con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) presenta dificultades para respirar por consecuencia de haberse expuesto a tabaco, humo de leña, gases, combustibles o cualquier sustancia que entra a las vías respiratorias. Pacientes con EPOC tienen menos defensas y son propensos a tener neumonía.
    6. Cáncer: no solamente el cáncer al pulmón, sino cualquier tipo de cáncer producen baja de defensas al llevar los tratamientos respectivos.
    7. Anemia: cuando la sangre no está bien oxigenada se produce la anemia, lo cual también reduce considerablemente las defensas.

    Por lo general, cualquier situación que afecte nuestro sistema inmunológico nos hace susceptibles a la neumonía.

    Se debe tener en cuenta que las infecciones urinarias no siempre presentan signos o síntomas que causan dolor. Entre los más frecuentes están:

    • La tos es el primer síntoma de la neumonía que a veces se confunde con dolor de garganta.
    • La fiebre alta con escalofríos es otro síntoma que sumado a la tos dan un diagnóstico casi seguro de neumonía.
    • Dificultad para respirar. En el caso de bebés, se puede identificar cuando abren y cierran la nariz constantemente.
    • Dolor de pecho y sibilancias al momento de respirar.

      Podemos tener en cuenta estos consejos para la prevención de la neumonía:

      1. Vacuna: Las vacunas previenen las neumonías que son originadas por virus, las temporadas de cambio de clima como de verano a invierno o viceversa, son los momentos ideales para usar vacunas. Existen 2 tipos de vacunas que podemos usar para prevenir esta enfermedad.
      2. Ventilación: todos los espacios o lugares que habitamos como dormitorios y oficinas, deben ser ventilados. Los lugares cerrados que albergan grandes grupos de personas como iglesias, cines, oficinas necesitan un sistema de ventilación.
      3. Contagio: evitar contagiar y ser contagiado. Por ejemplo, un paciente con neumonía, en la medida de lo posible, debe tomar la responsabilidad de evitar contagiar a otros.
      4. Dormir y alimentarse bien: es necesario descansar adecuadamente, especialmente al momento de dormir. A veces por temas de trabajo y estudios la persona promedio no duerme las 8 horas recomendadas que el cuerpo necesita para fortalecer nuestro sistema inmunológico y alimentarse bien también con proteínas.
      • Cuando la neumonía es producida por bacterias, se puede tratar con antibióticos, los cuales serán prescritos de acuerdo a la evaluación del médico.
      • El reposo y sueño adecuado sumado a los antibióticos suelen mejorar mucho los casos de neumonía, especialmente cuando no son complejos.
      • En casos graves de neumonía se requiere hospitalizar al paciente. Suele ser el caso de bebés, ancianos y cuando hay mucha dificultad para respirar.
      • En caso de hospitalización, se aplican medidas generales como oxigenoterapia, hidratación, control de fiebre y dolor, terapia respiratoria, etc.

      Fuentes:

      https://medlineplus.gov/spanish/pneumonia.html

      https://es.familydoctor.org/condicion/neumonia/