La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que hay cerca de 300 millones de personas con asma en el mundo. Esta organización define el asma como una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea (falta de aire), sibilancias (silbidos de pecho) y tos, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra.

Se debe tener presente que el asma puede ocurrir a cualquier edad (en niños, adolescentes, adultos y ancianos). Sin embargo, las personas con asma son capaces de hacer ejercicio e incluso realizar deportes cuando la enfermedad esta bien controlada. Se sabe que la práctica de ejercicio físico mejora la capacidad pulmonar y aumenta la resistencia frente a una crisis.

Si tengo asma ¿Puedo hacer deporte?

Si las personas siguen su plan de acción contra el asma, pueden hacer deporte. Recuerda que hay muchos atletas de élite que padecen asma e incluso algunos han ido a las olimpiadas y ganado medallas. Se ha comprobado que con un buen entrenamiento y el uso correcto de medicamentos para el asma, se puede practicar cualquier deporte.

¿Cómo puede ayudarme el deporte si tengo asma?

El deporte en general ayuda a estar en forma y a mantener un peso saludable. El ejercicio físico también fortalece los músculos pectorales que se utilizan para respirar y ello ayuda a que los pulmones funcionen mejor. A su vez, aporta ventajas emocionales ya que el hacer ejercicio hace que el cuerpo fabrique endorfinas, las cuales son unas sustancias químicas del propio cuerpo que hacen que la gente se sienta más feliz y en paz. Además, el ejercicio también ayuda a la gente a dormir mejor. Los especialistas también señalan que hacer deporte con asma ayuda a la depresión.

¿Cuáles son los deportes más adecuados?

Los deportes más recomendados son aquellos que permiten descansos, aunque se realice un esfuerzo físico intenso momentáneo. Se dice que el voleibol, béisbol, gimnasia, fútbol, golf, yoga y bicicleta tienen menos probabilidades de desencadenar crisis asmáticas. Sin embargo, uno de los deportes más recomendados es la natación y el ciclismo ya que mejora la funcionalidad de los pulmones, favoreciendo la capacidad respiratoria.

¿Cómo practicar deporte de una forma segura?

Antes de hacer deporte, el asma debe estar bien controlada. Debes seguir la receta que el médico te dio y realizarte los controles respectivos.
Adapta el tipo de deporte en función de la temporada.
Nunca debes llegar a un ejercicio extenuante y debes parar inmediatamente si sufres alguna crisis.
Es mejor realizar un calentamiento adecuado antes del ejercicio, iniciándolo de manera suave y progresiva hasta alcanzar la intensidad requerida.
Aprende a respirar correctamente.
Finalmente comprar zapatillas adecuadas, te ayudaran a evitar problemas de salud.
Se puede decir que practicar deporte teniendo asma, hace que mejore tu calidad de vida y ayuda a controlar la aparición de los síntomas en nuestro día a día.

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Fuente: OMS