09/10/2025 8 min
En estos tiempos modernos, hablar de salud mental ya no es un tabú. Por eso, en el Día Mundial de la Salud Mental, celebrado este 10 de octubre, queremos normalizar que, así como vamos al médico cuando sentimos dolor físico, también debemos atender lo que sentimos a nivel emocional y mental.
En el Perú, la ansiedad y la depresión son los problemas de salud mental más frecuentes, afectando a millones de personas cada año. Sin embargo, la mayoría no busca atención profesional por miedo al estigma o por falta de información. Contar con un seguro de salud que incluya atención psicológica y psiquiátrica facilita el acceso a especialistas y tratamientos oportunos.
A diferencia de una fiebre o una herida visible, los problemas de salud mental pueden ser más difíciles de detectar, tanto en nosotros mismos como en quienes nos rodean.
Por eso, es fundamental conocer las señales de alerta en salud mental que nos indican cuándo algo no está bien y en este artículo reconocemos que identificarlas a tiempo puede marcar la diferencia entre una situación pasajera y un problema que se agrava con el tiempo.

¿Qué es una señal de alerta en salud mental?
Las señales de alerta en salud mental son cambios en el comportamiento, en el estado de ánimo o en la forma en que pensamos, que persisten por varios días o semanas y afectan nuestra vida diaria. No se trata de un mal día o de un momento de estrés, sino de señales constantes que muestran que algo no está funcionando como debería.
Principales señales a tener en cuenta
1. Cambios en el estado de ánimo
Si una persona comienza a sentirse triste, irritable, ansiosa o vacía la mayor parte del tiempo, sin una razón aparente, podría ser una señal importante. Especialmente si estos sentimientos duran semanas o interfieren con su rutina.
2. Aislamiento social
Evitar reuniones, alejarse de familiares o amigos, dejar de responder mensajes o llamadas, son señales de que alguien podría estar lidiando con un problema emocional o de salud mental.
3. Pérdida de interés
Perder el gusto por actividades que antes generaban placer (como hobbies, deportes, salir, incluso trabajar) puede indicar un trastorno del estado de ánimo, como la depresión.
4. Cambios en el sueño
Dormir demasiado o sufrir de insomnio durante varios días seguidos también es una señal de alerta. El sueño es un buen indicador de cómo está funcionando nuestro sistema nervioso.
5. Cambios en el apetito
Tanto comer en exceso como perder el apetito pueden estar relacionados con trastornos emocionales o mentales. Estos cambios suelen afectar también el peso corporal y la energía general.

6. Falta de concentración o memoria
Dificultad para enfocarse, tomar decisiones o recordar cosas simples puede ser un signo temprano de problemas como ansiedad o depresión.
7. Irritabilidad o enojo frecuente
Explosiones de ira, mal humor constante o reacciones exageradas a situaciones pequeñas también pueden indicar que algo más profundo está ocurriendo.
8. Pensamientos negativos persistentes
Frases como “no sirvo para nada”, “todo me sale mal” o “nada va a mejorar” son señales de que una persona está atrapada en un patrón de pensamiento negativo que puede convertirse en algo más serio si no se atiende.
9. Dolores físicos sin causa aparente
Muchas veces el cuerpo habla lo que la mente calla. Dolores de cabeza frecuentes, tensión muscular, problemas digestivos o fatiga constante, pueden ser síntomas de ansiedad o depresión.
10. Pensamientos de hacerse daño
Si una persona expresa ideas de autolesión, suicidio o simplemente deseos de desaparecer, es una señal de riesgo extremo que requiere atención profesional inmediata. No es un llamado de atención: es un grito de ayuda.
¿Qué hacer si noto estas señales en mí o en alguien cercano?
Lo más importante es no ignorarlas. Hablar sobre lo que se siente, expresar preocupación por alguien más o buscar ayuda profesional en salud mental no es un signo de debilidad, sino de valentía y autocuidado.
Cuidarnos, prevenir y hablar abiertamente del tema es un paso hacia una vida más equilibrada. Reconocer las señales de alerta en salud mental no solo puede salvar una vida: puede mejorarla.
Recuerda: pedir ayuda no es rendirse, es empezar a sanar.