23/05/2025 4 min
Cuando tu cuerpo te habla, escúchalo
¿Te ha pasado que al final del día sientes los pies pesados, los tobillos más anchos de lo normal o incluso te cuesta ponerte los zapatos? Aunque muchas veces lo atribuimos al cansancio o al calor, la hinchazón en las extremidades inferiores —conocida médicamente como edema— puede ser una señal de que algo no está funcionando del todo bien en tu cuerpo.
¿Qué causa esta hinchazón?
La hinchazón se produce por la acumulación de líquidos en los tejidos. Las causas pueden ser tan simples como estar mucho tiempo sentado, o tan complejas como una enfermedad cardíaca. Aquí te explicamos las más comunes:
Estilo de vida sedentario
Estar muchas horas sentado o de pie sin moverse dificulta el retorno venoso, haciendo que la sangre y los líquidos se acumulen en los pies y tobillos.
Exceso de sal en la dieta
El sodio favorece la retención de líquidos. Si consumes alimentos muy salados, tu cuerpo puede empezar a acumular más agua de la necesaria.
Calor
Las altas temperaturas dilatan los vasos sanguíneos, lo que facilita que los líquidos se filtren hacia los tejidos y causen hinchazón.
Cambios hormonales
Durante el embarazo, la menstruación o la menopausia, es común que el cuerpo retenga más líquidos.
Problemas médicos
Algunas condiciones de salud pueden estar detrás de una hinchazón persistente:
- Insuficiencia venosa crónica: las venas no logran devolver la sangre al corazón de forma eficiente.
- Insuficiencia cardíaca: el corazón no bombea adecuadamente, lo que provoca acumulación de líquidos.
- Problemas renales o hepáticos: afectan el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
- Hipotiroidismo: puede causar retención de líquidos.
- Efectos secundarios de medicamentos: como antihipertensivos, anticonceptivos o esteroides.
Si la hinchazón aparece de forma repentina, es dolorosa, afecta solo una pierna o viene acompañada de otros síntomas como dificultad para respirar, es importante acudir al médico de inmediato.
¿Qué puedes hacer para aliviar la hinchazón?
Aquí algunos consejos prácticos que puedes aplicar en casa:
- Eleva tus piernas: al menos 20 minutos al día, idealmente por encima del nivel del corazón.
- Muévete con frecuencia: si trabajas sentado, levántate cada hora y camina un poco.
- Hidrátate bien: beber suficiente agua ayuda a eliminar el exceso de sodio.
- Reduce la sal: opta por alimentos frescos y evita los ultraprocesados.
- Usa ropa cómoda: evita prendas que compriman tus piernas o tobillos.
- Masajes suaves: los masajes linfáticos pueden ayudar a drenar el exceso de líquido.
- Compresas frías: aplicar hielo puede reducir la inflamación si hay molestias.
¿Cuándo consultar a un médico?
Si la hinchazón es frecuente, dolorosa, se acompaña de enrojecimiento o afecta tu movilidad, no lo ignores. Puede ser una señal de una condición médica que necesita tratamiento. En MAPFRE, nuestros seguros de salud te dan acceso a clínicas de prestigio, chequeos preventivos y orientación médica en línea para que no tengas que esperar a que el problema se agrave.
Cuida tu salud día a día
Tu cuerpo siempre te está enviando señales. Escucharlo a tiempo puede marcar la diferencia. Con un seguro de salud MAPFRE, no solo estás protegido frente a emergencias, sino que también puedes prevenir complicaciones con atención oportuna y especializada.