22/10/2025 5 min
Las agujetas musculares o dolor muscular de aparición retardada (DOMS) son una molestia común tras realizar ejercicio intenso o no habitual. Aunque generan incomodidad, son parte del proceso de adaptación del cuerpo al esfuerzo físico. En esta nota te explicamos qué ocurre en los músculos, cómo diferenciarlas de una lesión y qué puedes hacer para prevenir el dolor y cuidar tu salud muscular.
¿Qué son las agujetas y por qué aparecen?
Las agujetas se manifiestan entre las 24 y 72 horas posteriores al ejercicio. Se originan por microlesiones en las fibras musculares, especialmente cuando el músculo se alarga bajo tensión, como al bajar una pesa. Estas microlesiones provocan inflamación y la liberación de sustancias como las prostaglandinas, que sensibilizan las terminaciones nerviosas y generan dolor.
A diferencia de una lesión muscular, las agujetas no implican desgarros ni pérdida significativa de fuerza, sino una rigidez y molestia transitoria.
¿Dolor significa buen entrenamiento?
Existe un mito común que dice: “si me duelen los músculos, entrené bien”. Sin embargo, el dolor no siempre es sinónimo de progreso. Un entrenamiento eficaz debe ser progresivo, seguro y adaptado a las capacidades de cada persona. El exceso de dolor puede ser señal de sobreesfuerzo o lesión, por lo que escuchar al cuerpo es fundamental.
Cómo diferenciar las agujetas de una lesión muscular
Signos clave para identificar una posible lesión
- Momento del dolor: las agujetas aparecen entre 24 y 72 horas después del ejercicio; las lesiones generan dolor inmediato.
- Localización: el dolor de las agujetas es difuso y bilateral, mientras que una lesión se siente en un punto específico.
- Función muscular: con agujetas, el músculo conserva su fuerza; con lesión, hay pérdida de fuerza o limitación del movimiento.
Cuándo detener el entrenamiento y acudir a un médico
Suspende tu rutina si presentas alguno de estos síntomas:
- Dolor punzante o repentino durante el ejercicio.
- Hematomas o hinchazón excesiva.
- Incapacidad para mover o apoyar el músculo.
- Hormigueo o pérdida de fuerza.
- Dolor torácico o dificultad para respirar.
Si el dolor persiste más de 72 horas o se acompaña de debilidad, lo recomendable es acudir a un especialista. Contar con un seguro de salud que cubra atención médica y fisioterapia es clave. En MAPFRE ofrecemos un seguro EPS con atención integral y acceso a médicos especialistas para estos casos.
Pruebas y diagnóstico
En casos de dolor persistente post-entrenamiento, el médico puede solicitar:
- Ecografía: detecta daños musculares o tendinosos.
- Resonancia magnética: evalúa tejidos blandos y lesiones complejas.
- Radiografía: se usa si se sospecha fractura o daño óseo.
Errores comunes al confundir agujetas con lesiones
- Seguir entrenando sin reconocer los signos de lesión.
- Pensar que el dolor es señal de éxito.
- Automedicarse con antiinflamatorios sin indicación médica.
- Ignorar hematomas o pérdida de fuerza.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de lesionarse?
Las personas con más riesgo son:
- Principiantes o quienes retoman el ejercicio tras un tiempo de inactividad.
- Deportistas que aumentan la intensidad o el volumen muy rápido.
- Quienes presentan desbalances musculares o mala técnica.
- Mujeres que practican deportes de impacto sin una sujeción adecuada.
Cómo prevenir las agujetas y las lesiones musculares
La progresión gradual en la carga de entrenamiento es fundamental. No se debe aumentar más del 10% por semana en intensidad o volumen. Además, incluir estos hábitos ayuda a reducir el dolor y prevenir lesiones:
Antes del ejercicio
- Realiza un calentamiento adecuado para preparar los músculos.
Después del ejercicio
- Haz estiramientos suaves para mantener la flexibilidad.
- Mantén una buena nutrición e hidratación, con proteínas y carbohidratos suficientes.
- Descansa entre 7 y 9 horas diarias para permitir la reparación muscular.
Recuerda: las agujetas son una señal de esfuerzo, no de lesión. Escucha tu cuerpo, entrena con precaución y apóyate en un seguro de salud MAPFRE, diseñado para cuidar de ti y tu bienestar físico.




